Los Difusores de piedra los tenemos disponibles en varias tamaños, 10cm, 15cm y 30cm, pero todos realizaran la misma función, la correcta oxigenación del agua de riego. Estos diferentes tamaños de los que disponemos nos ofrecen muchos usos, puesto que según el depósito de agua que utilicemos en nuestro cultivo, utilizaremos una piedra difusora más pequeña o más grande, siempre adaptándola a nuestras necesidades . Necesitaremos una bomba de aire que nos de el oxígeno necesario, la cual irá conectada a la piedra mediante una goma, y facilitará la circulación del aire para ser soltado en el depósito.
Un agua bien aireada ofrece una mejor absorción de fertilizantes y nutrientes por parte de nuestras plantas. Las piedras difusoras retienen el aire que expulsa la bomba y lo filtra, ya que para que el aire salga debe pasar por los poros de la piedra. Esta filtración devuelve al agua la pureza y la oxigenación que son propias de aguas de manantial.
Este producto es un poco delicado, ya que se romperá con facilidad. Y recomendamos tenerlas siempre limpias y bien conservadas, lejos de rayos del sol y de temperaturas superiores a 40ºc.
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